domingo, 15 de marzo de 2009

Esa telaraña llamada Web

Tim Berners-Lee, estadounidense y físico del CERN, ideó en marzo de 1989 las mundialmente conocidas tres uves dobles, que más o menos significan Amplia Telaraña Mundial.

Berners-Lee quería lograr un sistema de intercambio de información entre científicos de diferentes universidades y laboratorios de todo el mundo. La idea fue que, para usar la web, sólo se necesitase un ordenador, una conexión a internet y un navegador, y el científico escribió una propuesta que presentó a sus jefes en el CERN.

"Es vago pero muy emocionante", le respondieron sus superiores, una frase que hoy se "paseó" por los pasillos del Globe escrita en las camisetas de los jóvenes científicos del CERN.



Con el visto bueno de sus superiores Mike Sendall y Les Robertson, Berners-Lee creó una aplicación de internet: un navegador-editor que interpretase el hipertexto para que fuera compartido entre dos ordenadores a través de la red. "En aquel momento no nos dimos cuenta del increíble fenómeno que iba a significar", confesó el actual director del CERN, Rolf Heuer, científico del centro hace veinte años.

Berners-Lee encontró una carretera por donde circular en la red (los cables), una regulación común (protocolos) y un servicio de comunicación (WWW) que fue efectivo y comprensible. "Tim creó el software en dos meses", afirmó Jean-François Groff, uno de los informáticos que le ayudó. "Tenía visión y persistencia pero también capacidad de implementar sus ideas y de usar las herramientas disponibles, y lo importante es que el CERN le permitió desarrollarlo", afirmó uno de sus colaboradores, Ben Segal.

"En el CERN había el ambiente, los científicos, la tecnología, el apoyo. Todo lo que yo necesitaba para implementar mi idea", explicó Berners-Lee, premio Príncipe de Asturias 2002. De hecho, Segal parafraseó a Berners-Lee, quien una vez definió al CERN como "el vientre" donde se gestaba la tecnología de la época.

El inventor de la web incluyó "los problemas del CERN" como uno de los aspectos que le ayudaron a desarrollar su invento. "Había diversos tipos de información, almacenada en diversos tipos de formatos, en distintos ordenadores que usaban diferentes programas y que se comunicaban con diferentes redes, y creía que eso debía unificarse", agregó.

Con Cailliau, Berners-Lee perfeccionó el invento y posteriormente, por falta de recursos y con una visión democrática de su invento, puso a disposición de la comunidad internacional el servicio WWW, cuya primera dirección fue Info.cern.ch. Hoy, Berners-Lee destaca el que el servicio se pusiera a disposición del mundo como una de las claves para su rápida expansión. No en vano, Caillau recordó que el eslogan de Berners-Lee era "Let's share what we know" (compartamos lo que sabemos).

En 1993 ya había más de 500 servidores conocidos, y los accesos a través de la WWW representaban el 1 por ciento del tráfico en internet. En 1994, la web tenía 10.000 servidores y 10 millones de usuarios. Actualmente, existen en el mundo 80 millones de sitios web.

Durante la ceremonia de conmemoración de hoy se recordaron aquellos meses de frenético trabajo e incluso se hizo una demostración con el ordenador original con el que trabajaba Berners-Lee.

El inventor tuvo dificultades para definir por qué escogió el nombre World Wide Web, aunque confesó que originalmente quería llamarle "mesh" (malla en inglés) pero como era demasiado parecido a "mess" (confusión) acabó optando por web (telaraña).