En los Estados Unidos, el año que viene, se venderá tanta música a través de descargas desde Internet como vía discos compactos (CD). Esto puede preverse al ver cómo la venta de CD viene disminuyendo año a año, con la misma constancia con que crece la distribución de canciones mediante las tan de moda tiendas virtuales.Según la consultora de mercado NPD Group, los CD siguen siendo el soporte más popular para la compra de música, ya que en el primer semestre de este año representaron el 65 por ciento de toda la música vendida en los Estados Unidos, mientras que el 35 por ciento de las ventas restantes se realizaron mediante descargas de Internet. El crecimiento de la venta de música bajada de Internet es muy veloz, ya que en 2007 las tiendas virtuales representaban sólo el 20 por ciento de las ventas, y treparon a un 30 por ciento en 2008.
Las ventas online de música igualarán a las de CD en 2010
Desde hace veinticinco años, el estadounidense Richard Stallman brega por un software libre como vía hacia una sociedad digital justa. De paso por Buenos Aires, en este diálogo el inventor del copyleft desarrolla algunas de sus ideas más polémicas. Nota completa en Revistaenie.com.
Richard Stallman: un hacker de la primera hora
“Sí, mi hija consulta Wikipedia para hacer sus tareas escolares”. Con sus convicciones intactas, pese a las críticas que suele recibir la fiabilidad de la enciclopedia libre más famosa de Internet, su fundador, Jimmy Wales, visitó Buenos Aires. Fue en el marco de Wikimania 2009, el congreso que desde hace cinco años se realiza en distintos puntos del mundo.
Tiene 43 años y dice estar lejos del estereotipo del millonario empresario geek (amante de la tecnología). “Desde un principio supe que Wikipedia era una muy buena idea y recuerdo mirar en la lista de los 100 sitios más populares y buscar cuáles eran similares, contra quiénes competiríamos. La verdad, no había nada igual. Y pensé: bueno, si hacemos algo interesante podemos posicionarnos entre los 50 o 100 mejores. Ahora es el sitio número 5 del mundo”, aseguró a PERFIL.
La tribu de Wikipedia discute su futuro en Buenos Aires
A principios de este año, Benji Lanyado, periodista del diario británico The Guardian, plantó un desafío: quería comprobar si era posible realizar un viaje basándose en los datos que le proporcionaban los miembros de una red social. Con un teléfono de última generación y la plataforma Twitter como herramienta, se dirigió a París y comenzó a recorrer la ciudad al tiempo que iba posteando su itinerario. Simultáneamente, iba pidiendo a sus seguidores sugerencias y recomendaciones sobre en qué hoteles hospedarse, qué medios de transporte usar, qué lugares visitar, en qué restaurantes y bares comer o tomar una copa? La cantidad de respuestas que recibió fue importante y los datos, por lo general, precisos y confiables. De hecho, cada tema generaba desde debates hasta coincidencias de lo más dispares. Y su viaje terminó de la mejor manera, descubriendo un montón de rincones con detalles que no estaban en sus planes.
Viajes 2.0
El usuario se conecta a la Red y comienza sus tareas cotidianas. Escribe la presentación de su nuevo proyecto laboral en Google Docs, edita las fotografías de su viaje a Nueva York en Picasa y sube un video familiar a YouTube. Luego escucha sus temas favoritos de Franz Ferdinand en Spotify y disfruta de los nuevos episodios de Grey´s Anatomy en Seriesyonkis. Además, sube su colección de películas y series a un almacén virtual como Rapidshare o Megaupload para aligerar el disco rígido y poder compartirlas.
La intimidad jaqueada
La brecha digital de género se ha reducido entre 2004 y 2008 del 22 al 11 por ciento, según un estudio de la fundación Orange (http://www.fundacionorange.es/) procesado durante este año. Donde más se ha avanzado es en cuanto al acceso a la herramienta. En una segunda instancia estudiada, se analizan los usos que se hace de ella: allí hay 10 puntos de diferencia entre las mujeres y los varones.
¡Se achicó la brecha!