Una de la película más esperada en mucho tiempo, tuvo el viernes un particular lanzamiento mundial: en varias ciudades se dieron a conocer 16 minutos del filme en 3D, un adelanto más completo que el habitual trailer. Al evento se lo llamó Avatar Day.
No hay dudas de que el director de Titanic y el sello Fox están poniendo todas sus fichas en una película que, esperan, no sólo se convierta en el éxito del año sino -como sucedió con otras películas de Cameron, como Terminator 1 y 2 o El abismo- en una verdadera revolución tecnológica.
Lo que se vieron fueron escenas completas y separadas entre sí, con un minuto al final más similar a los resúmenes visuales típicos de un trailer. La primera escena muestra un grupo de militares reunidos para ir al planeta Pandora y la llegada de Jake (Sam Worthington), un soldado en silla de ruedas. La segunda lo muestra a Jake junto a la Dra. Grace (Sigourney Weaver), pre vio a someterse a una operación que transportará su cerebro a un avatar que tiene la forma de una criatura azul y con... cola de caballo, similar a los habitantes del planeta Pandora. Una vez "transportado", el nuevo Jake azul, entusiasmado con la posibilidad de volver a caminar, se escapa.
Las escenas siguientes lo muestran luchando contra un par de criaturas gigantescas, encontrándose con los Na'vi (la raza azul con cola), conociendo a Neytiri (Zoe Saldanha), entrando a la asombrosa jungla -casi psicodélica- en la que ellos viven y, finalmente, luchando para domar un ave gigantesca que se convertirá en su vehículo.
A juzgar por el adelanto resulta posible imaginar que la película plantee un futuro tecnológico diferente. Visualmente impactante, con un un manejo del espacio físico sorprendente y avanzado (pese a lo extravagante del mundo, Cameron mantiene un estilo y un control narrativos propios de un cineasta de escuela clásica), lo visto de Avatar es llamativo pero a la vez produce un efecto desorientador. El formato produce cierto mareo y cansancio visual, lo que se ve intensificado por un problema extra: leer los subtítulos. Las diferentes perspectivas que ofrece el 3D exigen un reacomodamiento visual para leerlos que es mucho más complicado que el habitual.
Pero si bien es cierto que hay una aspecto de curiosidad tecnológica, la sofisticación no se refleja en la historia, que se ve como una mezcla de películas bélicas de ciencia ficción (la propia Aliens, de Cameron, o la segunda trilogía de Star Wars) con elementos de King Kong, Danza con lobos o Apocalypto. Y cierta sensación de estar viendo un mundo completamente animado, como de Playstation.
Claro que lo visto es un adelanto y la película completa puede ser diferente. Pero a juzgar por la no del todo convencida reacción internacional (muchos comparan a las criaturas del filme con el odiado Jar Jar Binks de Star Wars), tal vez se pueda decir que Avatar no sea la revolución que su creador espera.