"Me robaron el coche. Se los encargo si lo ven: Bora plata placas…" . El mensaje del conocido presentador Carlos Loret de Mola ha disparado uno de los eventos de interés en el Twitter de México durante casi una semana y demostrado hasta qué punto puede ser útil una red social.
Además de ser el rostro joven de latrinidad informativa de Televisa, Loret es también uno de los más seguidos en la red social en México, con 106.000 cañones por banda (20.000 más que el cantante Alejandro Fernández, por ejemplo, rompecorazones dónde los haya).
Y es que sí Facebook puede ser empleado para encontrar a ese familiar perdido, la inmediatez y difusión de Twitter puede convertirse en una herramienta contra el robo de coches (además de para advertir de los controles de alcoholemia, como se hace en el Distrito Federal).
El reportero, no obstante, se encontró ante su petición de ayuda con unaavalancha de bromas hirientes a cuenta de la pérdida del Loretmovil. Se lo tomó con humor y 'retwitteó' las mejores. "No te estreses por lo de tu nave, mejor diviértete viendo una movie cómica... te recomiendo BORAt -en alusión a la marca de su coche-. :)", "vamos a emBORAcharnos hasta perder el AUTO control"... Y así unas cuantas más…
No acabó ahí la cosa, porque más de uno, conociendo la matrícula, se puso a indagar sobre las supuestas multas pendientes de pago y las susodichas acabaron en un periódico nacional. El comunicador las desmintió después. Y replicaba a algún comunicador: "Televisa no me dará ningún coche. Si quiero, lo tengo que pagar durante cuatro años".
Loret está acostumbrado a las iras de la izquierda, que lo machaca publique lo que publique en su columna diaria por considerarlo, mayormente, un lacayo del poder. Sin embargo, es quizás uno de los pocos entrevistadores que ha conseguido sacar de sus casillas en vivo -con humor- a algunas de las vacas sagradas de la política mexicana.
Finalmente, tras una semana de chanzas y posiblemente noches en vela en el hogar de los Loret… "Apareció el Bora. Lo dejaron a unas cuadras de la oficina (comedidos). No traía ya nada de mis cosas, pero en fin. Gracias por su ayuda".
¿Leyeron el Twitter los ladrones? ¿Se asustaron por la atención digital despertada por el robo? ¿Decidieron ser buenos cuates?
Todavía no faltó quien le recomendara que, ahora sí, no fuera tacaño y se hiciera con una plaza de garaje.