El nuevo producto de Google ha tenido un estreno de película, pero con críticas
David Pogue, experto de The New York Times, asegura que Chrome resulta minimalista hasta el extremo y echa de menos un menú donde poder organizar los favoritos, que no se pueda enviar por correo electrónico una página web, que no haya una función a pantalla completa o algún sistema para hacer más grande la página más allá de ampliar el texto.
En estos puntos coincide plenamente con Walter Mossberg del diario The Wall Street Journal
Por otro lado, Pogue destaca la capacidad de poder buscar dentro de un sitio web desde la propia barra de navegación, el sistema para tener acceso directo desde el escritorio a las aplicaciones web o lo fácil que resulta realizar descargas.
Chrome es bueno, pero Firefox es mejor. Así lo aseguran las pruebas realizadas por el diario Mercury News, de Sillicon Valley, donde se destaca que el nuevo navegador hace difícil tareas sencillas como imprimir documentos o realizar búsquedas con otros motores que no sea el de Google, además de la frustración que representa no poder usarlo (de momento) en un Mac.
Algunos bloggers critican que Chrome olvida integrar un buen sistema de RSS (sindicación de contenidos) y demandan a Google que incorpore una función para que desde el navegador uno pueda suscribirse a una fuente de actualizaciones directamente como el propio Google Reader.
Cuidado con las condiciones de uso
La revista especializada PC World plantea una de las cuestiones más delicadas para Google.
La publicación ofrece siete razones por las que le gusta Chrome y otras tantas por las que no le gusta tanto y, entre estas últimas, resalta el control que puede llegar a tener Google sobre los datos del usuario para su uso publicitario. Antes sólo sabía lo que buscaban los usuarios; ahora sabrá dónde vas desde que abres su navegador hasta que lo cierras.
Sobre este asunto, que preocupa y mucho en la blogosfera, hablan también algunos expertos en España. Es el caso de Javier Muñoz quien en su blog asegura que una cosa es quedarse los derechos de aquello que se publica en los diversos servicios de Google, pero que Chrome "es un navegador, la ventana por la que se asoma uno a la Internet entera; es decir, estamos hablando de todos mis contenidos (fotos en Flickr, vídeos en Blip.tv, correos electrónicos en Yahoo!, etc.)".
La cosa no queda ahí. Tal y como se preguntan en The Register, ¿se quedará Google con los derechos de los documentos que un empleado suba a la intranet de una empresa a través de Chrome? ¿Qué pasa si Google los adapta, modifica y redistribuye?". El problema partía de uno de los puntos de la licencia, que Google acaba de eliminar en cuanto se ha dado cuenta de su existencia.
En temas de seguridad, algunas de las pruebas realizadas en web especializadas destacan que la barra de navegación, llamada Omnibox, cambia el color de las direcciones cuando se entra en una URL segura. Así, las direcciones que empiezan por https aparecen en color verde.
La pega que destaca Genbeta es que Chrome resulta poco personalizable. "Google Chrome presenta una interfaz austera y poco personalizable, pero un potencial muy grande. No dispone de plugins, pero sus desarrolladores han afirmado que están implementando una API".
Eso sí. A Chrome ya le han sacado su primer gran fallo de seguridad, que permite a los hackers ejecutar programas sin el conocimiento del usuario. Nadie es perfecto.
David Pogue, experto de The New York Times, asegura que Chrome resulta minimalista hasta el extremo y echa de menos un menú donde poder organizar los favoritos, que no se pueda enviar por correo electrónico una página web, que no haya una función a pantalla completa o algún sistema para hacer más grande la página más allá de ampliar el texto.
En estos puntos coincide plenamente con Walter Mossberg del diario The Wall Street Journal
Por otro lado, Pogue destaca la capacidad de poder buscar dentro de un sitio web desde la propia barra de navegación, el sistema para tener acceso directo desde el escritorio a las aplicaciones web o lo fácil que resulta realizar descargas.
Chrome es bueno, pero Firefox es mejor. Así lo aseguran las pruebas realizadas por el diario Mercury News, de Sillicon Valley, donde se destaca que el nuevo navegador hace difícil tareas sencillas como imprimir documentos o realizar búsquedas con otros motores que no sea el de Google, además de la frustración que representa no poder usarlo (de momento) en un Mac.
Algunos bloggers critican que Chrome olvida integrar un buen sistema de RSS (sindicación de contenidos) y demandan a Google que incorpore una función para que desde el navegador uno pueda suscribirse a una fuente de actualizaciones directamente como el propio Google Reader.
Cuidado con las condiciones de uso
La revista especializada PC World plantea una de las cuestiones más delicadas para Google. La publicación ofrece siete razones por las que le gusta Chrome y otras tantas por las que no le gusta tanto y, entre estas últimas, resalta el control que puede llegar a tener Google sobre los datos del usuario para su uso publicitario. Antes sólo sabía lo que buscaban los usuarios; ahora sabrá dónde vas desde que abres su navegador hasta que lo cierras.
Sobre este asunto, que preocupa y mucho en la blogosfera, hablan también algunos expertos en España. Es el caso de Javier Muñoz quien en su blog asegura que una cosa es quedarse los derechos de aquello que se publica en los diversos servicios de Google, pero que Chrome "es un navegador, la ventana por la que se asoma uno a la Internet entera; es decir, estamos hablando de todos mis contenidos (fotos en Flickr, vídeos en Blip.tv, correos electrónicos en Yahoo!, etc.)".
La cosa no queda ahí. Tal y como se preguntan en The Register, ¿se quedará Google con los derechos de los documentos que un empleado suba a la intranet de una empresa a través de Chrome? ¿Qué pasa si Google los adapta, modifica y redistribuye?". El problema partía de uno de los puntos de la licencia, que Google acaba de eliminar en cuanto se ha dado cuenta de su existencia.
En temas de seguridad, algunas de las pruebas realizadas en web especializadas destacan que la barra de navegación, llamada Omnibox, cambia el color de las direcciones cuando se entra en una URL segura. Así, las direcciones que empiezan por https aparecen en color verde. La pega que destaca Genbeta es que Chrome resulta poco personalizable. "Google Chrome presenta una interfaz austera y poco personalizable, pero un potencial muy grande. No dispone de plugins, pero sus desarrolladores han afirmado que están implementando una API".
Eso sí. A Chrome ya le han sacado su primer gran fallo de seguridad, que permite a los hackers ejecutar programas sin el conocimiento del usuario. Nadie es perfecto.
David Pogue, experto de The New York Times, asegura que Chrome resulta minimalista hasta el extremo y echa de menos un menú donde poder organizar los favoritos, que no se pueda enviar por correo electrónico una página web, que no haya una función a pantalla completa o algún sistema para hacer más grande la página más allá de ampliar el texto.
En estos puntos coincide plenamente con Walter Mossberg del diario The Wall Street Journal
Por otro lado, Pogue destaca la capacidad de poder buscar dentro de un sitio web desde la propia barra de navegación, el sistema para tener acceso directo desde el escritorio a las aplicaciones web o lo fácil que resulta realizar descargas.
Chrome es bueno, pero Firefox es mejor. Así lo aseguran las pruebas realizadas por el diario Mercury News, de Sillicon Valley, donde se destaca que el nuevo navegador hace difícil tareas sencillas como imprimir documentos o realizar búsquedas con otros motores que no sea el de Google, además de la frustración que representa no poder usarlo (de momento) en un Mac.
Algunos bloggers critican que Chrome olvida integrar un buen sistema de RSS (sindicación de contenidos) y demandan a Google que incorpore una función para que desde el navegador uno pueda suscribirse a una fuente de actualizaciones directamente como el propio Google Reader.
Cuidado con las condiciones de uso
La revista especializada PC World plantea una de las cuestiones más delicadas para Google.
La publicación ofrece siete razones por las que le gusta Chrome y otras tantas por las que no le gusta tanto y, entre estas últimas, resalta el control que puede llegar a tener Google sobre los datos del usuario para su uso publicitario. Antes sólo sabía lo que buscaban los usuarios; ahora sabrá dónde vas desde que abres su navegador hasta que lo cierras.
Sobre este asunto, que preocupa y mucho en la blogosfera, hablan también algunos expertos en España. Es el caso de Javier Muñoz quien en su blog asegura que una cosa es quedarse los derechos de aquello que se publica en los diversos servicios de Google, pero que Chrome "es un navegador, la ventana por la que se asoma uno a la Internet entera; es decir, estamos hablando de todos mis contenidos (fotos en Flickr, vídeos en Blip.tv, correos electrónicos en Yahoo!, etc.)".
La cosa no queda ahí. Tal y como se preguntan en The Register, ¿se quedará Google con los derechos de los documentos que un empleado suba a la intranet de una empresa a través de Chrome? ¿Qué pasa si Google los adapta, modifica y redistribuye?". El problema partía de uno de los puntos de la licencia, que Google acaba de eliminar en cuanto se ha dado cuenta de su existencia.
En temas de seguridad, algunas de las pruebas realizadas en web especializadas destacan que la barra de navegación, llamada Omnibox, cambia el color de las direcciones cuando se entra en una URL segura. Así, las direcciones que empiezan por https aparecen en color verde.
La pega que destaca Genbeta es que Chrome resulta poco personalizable. "Google Chrome presenta una interfaz austera y poco personalizable, pero un potencial muy grande. No dispone de plugins, pero sus desarrolladores han afirmado que están implementando una API".
Eso sí. A Chrome ya le han sacado su primer gran fallo de seguridad, que permite a los hackers ejecutar programas sin el conocimiento del usuario. Nadie es perfecto.
David Pogue, experto de The New York Times, asegura que Chrome resulta minimalista hasta el extremo y echa de menos un menú donde poder organizar los favoritos, que no se pueda enviar por correo electrónico una página web, que no haya una función a pantalla completa o algún sistema para hacer más grande la página más allá de ampliar el texto.
En estos puntos coincide plenamente con Walter Mossberg del diario The Wall Street Journal
Por otro lado, Pogue destaca la capacidad de poder buscar dentro de un sitio web desde la propia barra de navegación, el sistema para tener acceso directo desde el escritorio a las aplicaciones web o lo fácil que resulta realizar descargas.
Chrome es bueno, pero Firefox es mejor. Así lo aseguran las pruebas realizadas por el diario Mercury News, de Sillicon Valley, donde se destaca que el nuevo navegador hace difícil tareas sencillas como imprimir documentos o realizar búsquedas con otros motores que no sea el de Google, además de la frustración que representa no poder usarlo (de momento) en un Mac.
Algunos bloggers critican que Chrome olvida integrar un buen sistema de RSS (sindicación de contenidos) y demandan a Google que incorpore una función para que desde el navegador uno pueda suscribirse a una fuente de actualizaciones directamente como el propio Google Reader.
Cuidado con las condiciones de uso
La revista especializada PC World plantea una de las cuestiones más delicadas para Google. La publicación ofrece siete razones por las que le gusta Chrome y otras tantas por las que no le gusta tanto y, entre estas últimas, resalta el control que puede llegar a tener Google sobre los datos del usuario para su uso publicitario. Antes sólo sabía lo que buscaban los usuarios; ahora sabrá dónde vas desde que abres su navegador hasta que lo cierras.
Sobre este asunto, que preocupa y mucho en la blogosfera, hablan también algunos expertos en España. Es el caso de Javier Muñoz quien en su blog asegura que una cosa es quedarse los derechos de aquello que se publica en los diversos servicios de Google, pero que Chrome "es un navegador, la ventana por la que se asoma uno a la Internet entera; es decir, estamos hablando de todos mis contenidos (fotos en Flickr, vídeos en Blip.tv, correos electrónicos en Yahoo!, etc.)".
La cosa no queda ahí. Tal y como se preguntan en The Register, ¿se quedará Google con los derechos de los documentos que un empleado suba a la intranet de una empresa a través de Chrome? ¿Qué pasa si Google los adapta, modifica y redistribuye?". El problema partía de uno de los puntos de la licencia, que Google acaba de eliminar en cuanto se ha dado cuenta de su existencia.
En temas de seguridad, algunas de las pruebas realizadas en web especializadas destacan que la barra de navegación, llamada Omnibox, cambia el color de las direcciones cuando se entra en una URL segura. Así, las direcciones que empiezan por https aparecen en color verde. La pega que destaca Genbeta es que Chrome resulta poco personalizable. "Google Chrome presenta una interfaz austera y poco personalizable, pero un potencial muy grande. No dispone de plugins, pero sus desarrolladores han afirmado que están implementando una API".
Eso sí. A Chrome ya le han sacado su primer gran fallo de seguridad, que permite a los hackers ejecutar programas sin el conocimiento del usuario. Nadie es perfecto.