jueves, 14 de febrero de 2013

Apagan por dos años la “máquina de Dios”


El Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) estará dos años fuera de servicio, en lo que es el principio de un largo periodo de mantenimiento. El CERN hará una pausa en sus actividades de casi dos años desde este 14 de febrero, tras el extraordinario descubrimiento en 2012 del bosón de Higgs.

El equipo que conduce el LHC confirmó que se extrajeron los últimos haces de protones del anillo del acelerador, localizado en un túnel de 27 kilómetros de circunferencia construido a entre 50 y 175 metros de profundidad en la frontera franco-suiza cerca de Ginebra.

El acelerador fue diseñado para hacer chocar haces de protones o iones pesados lanzados en direcciones opuestas en colisiones que han generado intensidades de energía sin precedentes.

Este experimento permitió descubrir una nueva partícula que se tiene casi la total certeza es el “Bosón de Higgs”, el gran elemento que faltaba en la teoría que sustenta la física moderna.

Según el CERN, durante las últimas semanas de funcionamiento, la cantidad de datos registrados en los sistemas de memoria de masa del CERN superó el récord de 100 petaoctetos, el equivalente a 700 años de filmación a muy alta definición.

“Tenemos todas las razones para estar muy satisfechos de los primeros tres años de explotación del LHC”, comentó el director general del CERN, Rolf Heuer, al comunicar la parada de las operaciones con fines de mantenimiento técnico.

“La máquina, los experimentos, las instalaciones informáticas y todas las infraestructuras han funcionado extremadamente bien y ahora tenemos un descubrimiento científico mayor en nuestro activo”, agregó.

El acelerador deberá ser puesto nuevamente en funcionamiento en 2015, indicó el organismo científico, sin dar más precisiones. En los últimos tres años, el LHC produjo más de 6.000 millones de colisiones, indicaron desde el CERN.

A mitad del año pasado, la máquina ayudó a descubrir una nueva partícula (Bosón de Higgs o “partícula divina”) que podría llevar a una nueva comprensión sobre cómo empezó el Universo. Primero, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) había logrado recrear la llamada “sopa primordial” que existió en los primeros instantes tras el Big Bang del que surgió el Universo.

(Fuente: agencias)