Una vieja nave del embarcadero de Chelsea, grandes colas y un grupo de puristas, alternativos a las puertas del evento protestando contra el todopoderoso gigante del software, Microsoft. Estos eran los ingredientes iniciales del lanzamiento más importante de la empresa que creó Bill Gates y ahora dirige Steve Ballmer y que fue realizado en la mañana del jueves en Nueva York.
Tres años después del nacimiento de Windows 7, el programa más distribuido entre empresas, instalado en más de 670 millones de ordenadores, nace su sucesor con una misión clara, conquistar el tiempo de ocio. La empresa espera que cada año se sumen 400 millones de ordenadores a Windows 8. Ballmer sigue pensando en pecé, en ordenador persona, palabras que suenan ya raras en otras presentaciones. “Los habrá asequibles y también de alto nivel. De trabajo y de juego. Te ayudará a hacer todo y nada. Rápido, fluido y perfecto para tocar”, expuso el energético directivo mientras aparecían por las pantallas modelos con teclado, sin él, transformables, desmontables, con bisagras. “Id a la tienda y probadlo”, insistía el directivo. Eso sí, en ningún momento se dieron precios. Ni de los aparatos que fabricará Sony, Dell, Lenovo, Samsung o HP, ni de su tableta Surface.
Steven Sinofsky, máximo responsable de software, puso un tono solemne a la presentación, casi ceremonioso: “Windows 8 es el mayor hito en la evolución y revolución de la computación. Es una responsabilidad hacer Windows, sabiendo la gran cantidad de gente que confía en nosotros. Nos sentimos muy honrados”.
El sistema operativo se puede actualizar desde esta misma noche; para los que tienen Windows 7 por 40 euros. Los que compraron ordenador este verano solo pagarán 15.
Lo más interesante fue la cantidad de contenido con que sale. Desde aplicaciones ya instaladas, que incluyen el paquete de programas de oficina, Office, Bing (su buscador), Internet Explorer (el navegador), Mapas, MSN (su portal), Outlook.com (gestión del correo) y Sky Drive (la nube de almacenamiento). Otra novedad es Skype, totalmente remozado, adaptado y pensado para estar siempre conectado.
Para Microsoft el entretenimiento es clave. El contenido una necesidad. Ballmer lo evidenció: “Hemos traído lo mejor de Microsoft a Windows 8. Ofrecemos noticias de los mejores medios”. Son varios los que desde hoy permiten descargar su aplicación. Entre ellas EL PAÍS, invitado por Microsoft al evento, como también Financial Times, Wikipedia, Chicago Tribune, Wired y The New York Times. Otros programas disponibles son Kobo (para lectura), eBay (para comprar), Netflix (películas y series), Wordpress (para actualizar el blog) y la enciclopedia Wikipedia.
Windows 8 nace en dos versiones: La 8, sin más, sin apellidos y Windows RT, pensada para nuevos aparatos, ligeros, finos, de bajo consumo y peso liviano. Será para aquellos cacharros que lleven procesador de Qualcomm o Nvidia, sus nuevos aliados además de AMD o Intel. Eso sí, estos solo funcionarán con las aplicaciones (que es como ahora les gusta llamar a los programas) de su tienda, la Windows Store. Tabletas con Windows RT solo los fabrican, de momento, la propia Microsoft junto con Dell, Asus, Lenovo y Samsung.
Los aparatos con Windows 8 podrán seguir con los programas de la edición anterior o ir a la tienda Windows Store. En lo sucesivo para desintalar un programa solo habrá que soltarlo en la papelera o escoger eliminar, sin más. Sin borrar registros.
De entre todo lo visto llaman la atención dos modelos: con una estética clásica el ultraligero Acer Aspire S7, con procesador Intel, y la tableta Lenovo Thinkpad Tablet 2. Hasta ahora el fabricante chino solo hacía tabletas con Android. Aunque en todo momento se advirtió que durante los próximos meses habrá lluvia de móviles, tabletas y hasta teléfonos con Windows. De hecho, los móviles tendrán su propio evento de presentación el próximo lunes.
La presentación, concurrida y corta en el tiempo, tuvo más de puesta de largo que de presentación de producto. Más o menos, desde enero se habían ido desgranando las claves, dando titulares y adelantos de lo que se podía esperar. El jarro de agua fría: todavía no hay fecha ni precio para la distribución de la tableta Surface en España.
via elpais
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