Paloma Noyola Bueno tiene 12 años y vive cerca del relleno sanitario de la ciudad de Matamoros, en México. Para ir a la escuela, debe caminar junto a un canal de aguas negras. Su barrio no tiene línea de teléfono, agua corriente, ni pavimentos, y es un punto de inflexión en la guerra contra las drogas. Con frecuencia hay tiroteos y no es raro que los lugareños encuentren, por la mañana, cuerpos esparcidos en la calle. Pero las carencias y los riesgos que rodean a Paloma no impiden que sea considerada una “niña genio” y que Wired, una revista tecnológica de Estados Unidos, le dedicara una portada con un título impactante: "la próxima Steve Jobs".
La publicación trajo cambios en su vida: un reconocimiento mediático que golpeó las puertas de su humilde casa. Si bien las entrevistas la hacen “sentirse un poco incómoda”, en palabras de su madre, Paloma alimenta su sueño de prosperar y de superar las adversidades que le tocó vivir. Día a día, crece su mayor anhelo: convertirse en una maestra de matemáticas.
"He tenido una infancia difícil", le cuenta Paloma a CNN México. Su padre, que pasaba todo el día buscando chatarra y excavando piezas de aluminio, vidrio y plástico en el lodo, murió por un cáncer de pulmón. Desde entonces, una hermana mayor es el único sostén económico de la familia.
La vida de Paloma empezó a cambiar gracias a sus sorprendentes logros en matemáticas. Obtuvo el primer lugar en la Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Escolares (Enlace), realizada por la Secretaría de Educación Pública de su país. Consiguió 921 puntos. ¿Cómo lo logró? "Concentrándose en la clase… si se quiere se puede", responde con humildad.
Ella busca seguir el ejemplo del maestro que la inspiró: Sergio Juárez. Él también creció junto a un basurero en Matamoros, y se volcó a la enseñanza para ayudar a los niños a aprender lo suficiente como para hacer algo más de sus vidas. "Quería que todos participaran, era como un juego", relata la pequeña a CNN. Él buscó que los alumnos interactuaran entre ellos para resolver problemas complejos. Pudo despertar su interés y aprovechó todo su potencial: logró que 10 chicos consiguieran más de 900 puntos en el examen de matemáticas. Convirtió, así, a una escuela pobre en un semillero de “niños genio”.
Tras las entrevistas en los medios de comunicación, el gobierno estatal becó a Paloma, pero ese apoyo dejó de recibirlo cuatro meses después de haber iniciado el sexto grado. La única ayuda actual la obtiene a través de Fondeadora, una plataforma de crowdfunding (financiamiento colectivo). Gracias a la sociedad y a la fundación Legorreta Hernández, la familia de Paloma recibe mensualidades. "De esta forma ella se puede mover, tiene para sus gastos, sus estudios”, dice su madre a CNN.
Paloma, que ya ingresó al colegio secundario, solo quiere estudiar y prepararse para el futuro. Participará en el quinto Concurso Nacional de Cálculo Mental, convocado por el Tecnológico de Monterrey en la Ciudad de México. Mientras tanto, sigue alimentando su sueño: poder enseñar matemáticas, como su gran maestro.
Via Wired.com / CNN México